Introducción

En el ámbito del derecho penal, la responsabilidad de una persona por un hecho ilícito no siempre es absoluta. Existen situaciones excepcionales en las que, a pesar de que una conducta encaje en la descripción de un delito, la ley considera que no debe ser castigada. Estas situaciones se conocen como causas de justificación o eximentes de responsabilidad penal. Su importancia radica en que permiten al sistema jurídico reconocer que, en determinadas circunstancias, una acción que normalmente sería considerada delictiva se convierte en una actuación lícita y necesaria.

En Venezuela, el Código Penal establece claramente estas causas de justificación, que son pilares fundamentales para garantizar la justicia y la equidad en la aplicación de la ley. Comprenderlas es esencial no solo para profesionales del derecho, sino para cualquier ciudadano interesado en conocer los límites y alcances de la normativa penal. Este artículo explorará en detalle las principales causas de justificación reconocidas en el Código Penal Venezolano: la legítima defensa, el estado de necesidad y el cumplimiento de un deber, analizando sus requisitos específicos y presentando ejemplos prácticos para una mejor comprensión.

La Legítima Defensa

La legítima defensa es, quizás, la causa de justificación más conocida y aplicada. Se fundamenta en el derecho inherente de toda persona a proteger su vida, su integridad física o sus bienes ante una agresión ilegítima. En el Código Penal Venezolano, específicamente en el Artículo 65, se establecen los requisitos para que una acción defensiva sea considerada legítima y, por ende, exima de responsabilidad penal.

Para que se configure la legítima defensa, deben concurrir simultáneamente las siguientes circunstancias:

1.Agresión ilegítima: Debe existir una agresión real, actual o inminente, que no esté amparada por el derecho. No se trata de una simple amenaza o un temor infundado, sino de un ataque concreto que ponga en peligro un bien jurídico protegido (vida, integridad, propiedad, etc.). La agresión debe provenir de una persona y ser contraria a la ley.

2.Necesidad del medio empleado para impedirla o repelerla: La defensa debe ser necesaria para detener o repeler la agresión. Esto implica que no existan otros medios menos lesivos para evitar el daño. Además, el medio utilizado para la defensa debe ser proporcional a la agresión. No se exige una equivalencia exacta, pero sí una racionalidad en la elección del medio defensivo. Por ejemplo, no sería legítimo el uso de un arma de fuego para repeler un empujón sin mayor trascendencia.

3.Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende: La persona que se defiende no debe haber provocado de manera intencional y suficiente la agresión. Si la agresión fue consecuencia de una provocación previa por parte del agredido, la legítima defensa podría verse atenuada o incluso excluida.

El Código Penal Venezolano también contempla una figura importante: la legítima defensa putativa. Esto ocurre cuando el agente, en un estado de incertidumbre, temor o terror, traspasa los límites de la defensa. En estos casos, aunque se exceda en la defensa, la ley puede considerar que no es punible, siempre que el error sea invencible y esté justificado por las circunstancias.

Ejemplos prácticos de Legítima Defensa:

•Caso 1 (Defensa personal): Una persona es abordada en la calle por un asaltante armado que intenta robarle. Si la víctima, en un acto de defensa, forcejea con el asaltante y logra desarmarlo, causándole una lesión leve en el proceso, podría alegar legítima defensa si se cumplen los requisitos de agresión ilegítima, necesidad del medio y falta de provocación.

•Caso 2 (Defensa de la propiedad): Un propietario sorprende a un ladrón dentro de su vivienda. Si el propietario utiliza la fuerza estrictamente necesaria para inmovilizar al ladrón y evitar el robo, sin causarle lesiones desproporcionadas, podría estar actuando en legítima defensa de su propiedad. Es crucial que la defensa sea proporcional al ataque y que no haya provocación previa por parte del propietario.

El Estado de Necesidad

El estado de necesidad es otra causa de justificación que se presenta cuando una persona, para evitar un mal grave e inminente a sí misma o a un tercero, realiza una acción que, de otro modo, sería considerada un delito. A diferencia de la legítima defensa, en el estado de necesidad no hay una agresión ilegítima por parte de un tercero, sino una situación de peligro que obliga a elegir entre dos males, optando por el mal menor.

Los requisitos para que se configure el estado de necesidad son los siguientes:

1.Peligro grave e inminente: Debe existir una situación de peligro real y actual que amenace un bien jurídico (vida, salud, propiedad, etc.). Este peligro no puede ser futuro o hipotético.

2.No haber dado voluntariamente causa al peligro: La persona que actúa en estado de necesidad no debe haber provocado intencionalmente la situación de peligro que la obliga a actuar.

3.No poder evitar el peligro de otro modo: La acción realizada debe ser el único medio disponible para evitar el mal. Si existen otras alternativas menos lesivas para conjurar el peligro, el estado de necesidad no se configura.

4.Que el mal causado no sea mayor que el que se trató de evitar: Este es un requisito fundamental de proporcionalidad. La acción realizada debe ser menos dañina que el mal que se busca evitar. Por ejemplo, no se podría justificar la muerte de una persona para salvar un bien material de menor valor.

Ejemplos prácticos de Estado de Necesidad:

•Caso 1 (Salvar una vida): Una persona, al ver que un niño se está ahogando en una piscina, rompe la cerca de una propiedad privada para acceder y rescatarlo. Aunque el acto de romper la cerca es un delito (daño a la propiedad), se justifica por el estado de necesidad de salvar una vida, que es un bien jurídico de mayor valor.

•Caso 2 (Evitar un accidente): Un conductor, para evitar atropellar a un peatón que cruzó imprudentemente la calle, se ve obligado a realizar una maniobra brusca que causa daños materiales a otro vehículo estacionado. En este caso, el daño material causado al vehículo se justifica por el estado de necesidad de evitar un mal mayor, como la lesión o muerte del peatón.

El Cumplimiento de un Deber

Esta causa de justificación se refiere a aquellas situaciones en las que una persona, al actuar en estricto cumplimiento de una obligación legal o en el ejercicio legítimo de un derecho, autoridad, oficio o cargo, causa un daño que, en otras circunstancias, sería considerado un delito. La ley reconoce que ciertas funciones o deberes implican la realización de actos que pueden afectar bienes jurídicos, pero que son necesarios para el correcto funcionamiento de la sociedad.

Los requisitos para que se configure el cumplimiento de un deber son:

1.Actuar en cumplimiento de un deber legal o en ejercicio legítimo de un derecho, autoridad, oficio o cargo: La acción debe estar respaldada por una norma jurídica que imponga un deber o que reconozca un derecho, o por la naturaleza de la función pública o privada que se ejerce. Por ejemplo, un policía que usa la fuerza para detener a un delincuente, o un médico que realiza una intervención quirúrgica con riesgo para el paciente para salvar su vida.

2.Sin traspasar los límites: Es fundamental que la acción se realice dentro de los límites establecidos por la ley o por la naturaleza del deber o derecho. El exceso en el cumplimiento del deber o en el ejercicio del derecho no está justificado y podría generar responsabilidad penal. Esto implica que la acción debe ser necesaria y proporcional al deber o derecho que se ejerce.

Ejemplos prácticos de Cumplimiento de un Deber:

•Caso 1 (Funcionario policial): Un agente de policía, en el cumplimiento de su deber de mantener el orden público, utiliza la fuerza necesaria y proporcional para reducir a una persona que está causando disturbios y se resiste al arresto. Si durante la detención, la persona sufre lesiones leves, el policía podría estar amparado por el cumplimiento de un deber, siempre que no haya habido un uso excesivo de la fuerza.

•Caso 2 (Médico en emergencia): Un médico realiza una cirugía de emergencia a un paciente en estado crítico sin el consentimiento expreso de este o de sus familiares, debido a que la vida del paciente corre peligro inminente y no hay tiempo para obtener dicho consentimiento. La intervención, aunque en otras circunstancias podría ser una violación a la integridad física, se justifica por el deber del médico de salvar la vida del paciente.

Elementos cruciales

Las causas de justificación en el Código Penal Venezolano son elementos cruciales que permiten al sistema de justicia discernir entre un acto ilícito y una conducta necesaria o legítima. La legítima defensa, el estado de necesidad y el cumplimiento de un deber son figuras que, aunque eximen de responsabilidad penal, están sujetas a requisitos estrictos que garantizan su aplicación justa y equitativa.

Es fundamental comprender que estas eximentes no son un cheque en blanco para cometer actos que, en principio, son delictivos. Por el contrario, su existencia subraya la complejidad del derecho penal y la necesidad de analizar cada caso en su contexto particular. La correcta interpretación y aplicación de estas causas de justificación contribuyen a un sistema de justicia más humano y proporcional, donde la ley no solo castiga, sino que también reconoce y protege las acciones realizadas en circunstancias excepcionales y justificadas. Así, el derecho penal venezolano busca un equilibrio entre la protección de los bienes jurídicos y la salvaguarda de la libertad individual en situaciones límite.

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